La vida está llena de días mediocres. Te levantas, vas al curro, solucionas unos cuantos marrones, llegas a casa, cenas, escuchas algún disco y te vas a dormir. Por eso es bueno tener bien presentes esos días cojonudos, esas noches especiales, que con sólo recordarlas una sonrisa inunda tu cara.
Hace 5 ó 6 años no había (excesivas) responsabilidades laborales, no había alquiler que pagar, los amigos no tenían niños y todos los viernes había algún concierto interesante en Madrid. No nos daba pereza coger el coche y hacernos 350 kms. de ida y otros tantos de vuelta para ver un concierto. Que yo recuerde fue en esa época cuando vimos a Queens of the stone age, a Diamond Dogs (con la buena formación), a los Hellacopters, a Nashville Pussy, a Alice Cooper con los Dogs D'Amour, a Gov't Mule, alguno más que mi maltrecha cabeza olvida, y a Raging Slab.
La rutina era fantastica. Salir a mediodía al acabar el curro, risas en el coche, conseguir una pensión en la que dormir, cenar algo, ir al bolo y luego rockear por Malasaña. El concierto de Raging Slab fue así. Ya los habíamos visto en Valencia, pero aquella noche se salieron. Con esta banda nunca se sabe. Tienen noches horribles y noches gloriosas. Y aquella fue más que gloriosa. Su puesta en escena, su sonido, su actitud, su versión de "Rock Candy" de Montrose .... TODO fue perfecto y la hora y media de concierto se pasó volando. Luego nos desplazamos a un garito de Malasaña en el que al rato apreció el grupo. Nos hicimos fotos con ellos, charlamos, bebimos chupitos y nos descojonamos viendo a estos tipos en acción. Si sobre el escenario eran arroladores, en un bar duplicaban su energía. Recuerdo a un tipo diciendole en inglés a Elysse que su cinturón parecía un "todo a 100" por la cantidad de cosas que llevaba colgando y la guitarrista tremendamente borracha con cara de "qué coño me dice este subnormal". También recuerdo la sed, el dolor de cabeza y la resaca del día siguiente en un area de servicio de Albacete a 35º y con un euro y poco debatiendo en qué lo gastabamos.
Puta nostalgia. Pasadlo bien los que mañana ireis a John Fogerty.
Qué grandes. DIscos increíbles, ese The dealer, o Dynamite monster boogie concert. No sé que fue de esta banda, pero el ritmo que llevaban era como para caer rápido por el precipicio.
TRIPOLAR nace como proyecto que estaba pendiente desde hace tiempo y que cual monstruo de tres cabezas irrumpe en el mundo escupiendo fuego por la boca y dando coletazos de rabia. Pero no os dejéis intimidar por la bestia, tan solo es cuestión de acercarse sigilosamente a ella y tratarla con cariño.
Pues yo no he visto nunca a estos tipos pero ganas no me han faltado. Esa Voz de Elysse de fumadora empedernida y bebedora de bourbon...
ResponderEliminarSalud.
Qué grandes. DIscos increíbles, ese The dealer, o Dynamite monster boogie concert. No sé que fue de esta banda, pero el ritmo que llevaban era como para caer rápido por el precipicio.
ResponderEliminar¡Saludos!
Entrañable relato, Pablo...
ResponderEliminarcasi se me saltan las lagrimas. Qué recuerdos!!!
Joder pablito, que noches de rock nos pegabamos, la de los Ragging Slab fue mágica, y la del autobus del rock en pamplona....etc etc....VIVA EL ROCK
ResponderEliminarMuy buena esta entrada, compañero.
ResponderEliminarEso es lo que llamo el amor para el Rock'n'Roll. Esto es sentir, difrutar y VIVIR!!
El lunes veremos a Fogerty!!
Long live Rock'n'roll.
Saludos
Al final que somos sino recuerdos...el presente pasa en un instante y el futuro solo existe en la imaginación...
ResponderEliminarSaludos.